La obesidad ha adquirido una gran relevancia en nuestra sociedad y plantea grandes retos al sistema de salud. Se ha estudiado mucho sobre los mecanismos fisiopatológicos de la obesidad; la genética y los hábitos son decisivos, pero hay otro factor que cada vez se tiene más en consideración: la microbiota.
Estudios recientes indican una relación entre la obesidad y alteraciones en la microbiota, ¿quieres saber más sobre los mecanismos que los conectan? Te lo contamos en este artículo.
Qué es la microbiota y sus funciones.
En anteriores artículos os hemos hablado mucho de la microbiota y su importancia, pero hagamos un breve repaso.
Eso que se dice de que “nunca estás solo” no puede ser más literal, en tu interior existe todo un universo de microorganismos que actúan como los guardianes de tu salud. Viven en nuestra piel, mucosas, en el aparato reproductor femenino y en el aparato digestivo. Aunque la más famosa es la microbiota intestinal, por todas las funciones que se asocian a ella.
Esta “comunidad” de microorganismos conviven en equilibrio (eubiosis) y es diferente en cada uno de nosotros; nuestra otra “huella dactilar” que empieza a formarse desde el nacimiento, cuando en el canal del parto natural el bebé obtiene una primera colonización del microbioma de la madre. Continúa recibiendo distintos microorganismos a través de la lactancia materna; así se empieza a configurar nuestro propio ecosistema interno.
El equilibrio y salud de la microbiota dependerá de factores como la alimentación, estilo de vida, estrés, hábitos deportivos y medicamentos.
Entre las funciones de la microbiota intestinal podemos citar:
- Actividades metabólicas, que se traducen en recuperación de energía y asimilación de nutrientes.
- Funciones de protección frente a la invasión de microorganismos nocivos.
- Modulación del sistema inmune.
Como describen en este estudio, la microbiota intestinal afecta a la estructura anatómica y fisiológica del intestino aumentando la superficie de absorción, promoviendo la renovación de las células de las vellosidades, incrementando el contenido intraluminal y acelerando el tránsito intestinal.
Funciones neurológicas:
Se habla del eje intestino-cerebro por la comunicación bidireccional que tienen estos dos órganos y cómo se afectan mutuamente. Sí, también la microbiota afecta a tu estado de ánimo al estar implicada en la producción de neurotransmisores que afectan a nuestro sistema nervioso.
Sabemos que es fascinante conocer todo sobre la microbiota, así que os invitamos a leer este artículo sobre cómo mejorar la microbiota intestinal.
¿Puede la microbiota intestinal ser causa de obesidad?
Como os hemos comentado, los organismos que forman la microbiota han de vivir en armonía. ¿Qué pasa cuando esto no sucede? Se produce un desequilibrio en el que puede sobrecrecer alguna bacteria nociva o desaparecer alguna de las comunidades de microorganismos necesarias para la salud, este desequilibrio se conoce como disbiosis y puede ser el origen de diversas enfermedades relacionadas con la microbiota.
La microbiota tiene un papel determinante en el control de la obesidad por su capacidad modificadora del metabolismo y su contribución en el aprovechamiento energético de los nutrientes. Si existe una disbiosis, esto puede influir en el peso corporal.
En los países desarrollados se está detectando una pérdida de biodiversidad en la microbiota, aumentando la presencia de determinadas especies con descenso del resto. Dentro de los factores que han influido en este cambio de nuestra microbiota se encuentran: saneamiento del agua, incremento de cesáreas, aumento del uso de antibióticos, reducción de la lactancia y mayor uso de jabones antibacterianos. Ay, esa obsesión por la limpieza excesiva que tenemos no siempre es tan beneficiosa.
En varios estudios, como este publicado en la revista chilena de nutrición, se reflejan diferencias significativas en cuanto a la composición de la microbiota intestinal de quienes padecen obesidad.
También en la revista de endocrinología española evidencian profundos cambios en la composición y función metabólica de la microbiota en los sujetos con mayor índice de masa corporal. Así, la microbiota intestinal está siendo cada vez más reconocida como una pieza clave que conecta genes, medio ambiente y el sistema inmunológico; viéndose implicada en la regulación de la función metabólica, desarrollo de inflamación y regulación del balance energético.
Butirato y obesidad.
Tenemos que detenernos para hablar de cómo se alimentan algunas comunidades de la microbiota. A las bacterias que habitan el colon “les encanta” la fibra no digerible, que les llega intacta para darse un “festín”; esto es lo que queremos decir cuando hablamos del efecto prebiótico de un alimento, ya que promueve el crecimiento y la actividad de las bacterias beneficiosas del organismo. Cuando estas bacterias se alimentan producen ácidos grasos de cadena corta como el Butirato.
El Butirato es utilizado para producir energía y tiene propiedades inmunomoduladoras, además de ser antiinflamatorio, favorecer el control de la glucemia, mejorar la permeabilidad intestinal y tener un efecto anorexígeno, que significa que activa la secreción de hormonas que producen sensación de saciedad. Todo ello impacta en el control de la obesidad.
Los prebióticos forman un interesante dúo con los probióticos. Estos últimos son las bacterias vivas que ingerimos por medio de algunos alimentos y los prebióticos son a su vez el alimento de los probióticos. Ambos son fundamentales para el equilibrio de la microbiota.
Y hacemos un inciso aquí, si te estás preguntando cómo incluir en tu dieta alimentos con efecto prebiótico no podemos ponértelo más fácil; en Panteff elaboramos un pan con este efecto que además de ser una delicia para tu paladar, será otra delicia para las bacterias beneficiosas de tu intestino, doble festín.
Probióticos y obesidad.
Empieza a haber numerosos estudios con resultados prometedores en el uso de probióticos para combatir la obesidad. En este, publicado en la revista de nutrición hospitalaria, afirman que el empleo de cepas probióticas podría servir, junto con cambios en la dieta y el fomento de la actividad física, para la modulación del peso corporal.
Queda claro que el ecosistema intestinal juega un papel importante en el control ponderal y que determinadas cepas de probióticos podrían regular el aumento de peso corporal, al influir en las funciones metabólicas, neuroendocrinas e inmunológicas.

Enfermedades intestinales en pacientes obesos.
La obesidad repercute de manera muy importante en la salud general de quien la padece. Los individuos con obesidad tienen con frecuencia síntomas gastrointestinales como los característicos de dispepsia, reflujo y mayor producción de gases intestinales.
En la revista de medicina Elsevier, también mencionan un mayor riesgo de padecer adenocarcinoma esofágico, pancreatitis o cirrosis hepática.
Como hemos mencionado se ha encontrado una relación entre alteraciones de la microbiota (disbiosis intestinal) y obesidad. La disbiosis se refiere a un desequilibrio en la composición de la microbiota intestinal, en el cual hay una alteración en la cantidad o diversidad de bacterias beneficiosas y perjudiciales. En los pacientes obesos se ha observado un aumento de ciertas bacterias que pueden estar relacionadas con la inflamación y la resistencia a la insulina, como las del género Firmicutes y una disminución de bacterias beneficiosas como las del género Bacteroidetes.
La obesidad podría también estar relacionada con un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO), que se da en una proporción mucho mayor en personas obesas que en personas delgadas.
Microbiota infantil y obesidad.
La microbiota infantil también desempeña un papel crucial en el desarrollo del sistema inmunológico, la salud intestinal y el metabolismo. Estudios recientes han encontrado una posible relación entre alteraciones en la microbiota infantil y el riesgo de desarrollar obesidad a largo plazo.
En este estudio sobre la microbiota y obesidad en la infancia explican que la microbiota del niño es inestable por la influencia de factores ambientales (dieta, enfermedades, medicamentos, hábitos), lo que repercute en su composición y funcionalidad. Una dieta alta en grasas saturadas, trans y azúcares va a producir una disbiosis que a su vez afectará a la masa corporal.
Para prevenir la obesidad infantil, actuando sobre la microbiota, se aconseja la lactancia materna, el primer alimento probiótico que recibe el bebé, rica en bacterias beneficiosas, pero también rica en prebióticos, como los oligosacáridos presentes en la leche humana.
Cuando se introduce alimentación sólida es fundamental mantener una dieta equilibrada con productos frescos e incluir fibra. Un niño debería limitar, incluso evitar por completo, fritos, azúcares, alimentos procesados y grasas saturadas. Si lo pensamos es el momento en que se forma la microbiota y la alimentación será un factor fundamental para que esté equilibrada y prevenir la obesidad.
Ahora que conocemos todas las funciones de la microbiota en la salud, seguro que nos lo pensaremos dos veces antes de dar a los pequeños esas patatas fritas procesadas o esas galletas y bollería industrial. Prueba a darle a cambio una rebanada de Panteff con compota de manzana, un capricho dulce y muy beneficioso para su microbioma.
La dieta, una forma de controlar la microbiota y la obesidad.
Ha quedado patente como la dieta influye en la composición y salud de la microbiota, no comas para saciarte, come para alimentarte; ese cambio de actitud va a tener unas repercusiones muy importantes en tu salud.
Si quieres saber cómo mejorar la microbiota con los alimentos adecuados puedes leer este artículo para mejorar la microbiota.
Son varias las entradas en el blog que hemos escrito sobre la microbiota, sus funciones, alteraciones y relación con enfermedades; seguimos investigando en este tema tan fascinante, todo un universo del que cada vez se conoce más detalles y que impacta muy notoriamente en nuestra salud. Seguid atentos, porque en Panteff no solo horneamos.
Fuentes:
Influencia de la microbiota y de los probióticos en la obesidad, Universidad Autónoma y Hospital del Mar.
Microbiota intestinal: rol en obesidad, Revista Médica de Chile.
La importancia de la microbiota en la obesidad, Revista Española de Endocrinología Pediátrica.
Relación entre la microbiota intestinal y el consumo de probióticos, Revista de Nutrición Hospitalaria.
Relación entre la obesidad y el deterioro de la microbiota intestinal, Universidad europea.
Influencia de la microbiota intestinal en la obesidad, Dialnet
Obesidad y aparato digestivo, Elsevier.